Tal y como habíamos programado, el sábado 28, tras desayunar en nuestra sede, arrancamos las motos y nos dirigimos bajo un persistente sirimiri en dirección a Tarazona, un total de 12 motos.
En el surtidor de la entrada de Pamplona (donde ya había dejado de llover) se unieron otras 3 motos de Donosti, con los que llegamos a repostar a Olite y donde tomamos un café calentito en el “The City of El Paso”
Volviendo a tomar la carretera se unieron otras 3 motos de Tudela y otra más desde Fitero.
A Tarazona llegamos un grupo de 19 motos, y que al entrar en el Hotel Las Brujas de Bécquer nos juntamos con los otros grupos moteros a tomar algo, saludar y charlar con amig@s que no habíamos visto en varios meses.
Al final, a la mesa nos sentamos un total de 64 personas a degustar una comida de Hermandad, que tras los postres y viendo que otra vez volvía a llover, decidimos ponernos los trajes de agua para despidiéndonos de todos los amig@s moter@s, volvernos poco a poco para casa con paradita para café en el “El Paso” e intercambio de pegatinas del Club y pacharán de la casa.
Llegada a Beasain hacia las 20 horas, mojados y destemplados pero contentos con el día tan rico que habíamos pasado.
En el surtidor de la entrada de Pamplona (donde ya había dejado de llover) se unieron otras 3 motos de Donosti, con los que llegamos a repostar a Olite y donde tomamos un café calentito en el “The City of El Paso”
Volviendo a tomar la carretera se unieron otras 3 motos de Tudela y otra más desde Fitero.
A Tarazona llegamos un grupo de 19 motos, y que al entrar en el Hotel Las Brujas de Bécquer nos juntamos con los otros grupos moteros a tomar algo, saludar y charlar con amig@s que no habíamos visto en varios meses.
Al final, a la mesa nos sentamos un total de 64 personas a degustar una comida de Hermandad, que tras los postres y viendo que otra vez volvía a llover, decidimos ponernos los trajes de agua para despidiéndonos de todos los amig@s moter@s, volvernos poco a poco para casa con paradita para café en el “El Paso” e intercambio de pegatinas del Club y pacharán de la casa.
Llegada a Beasain hacia las 20 horas, mojados y destemplados pero contentos con el día tan rico que habíamos pasado.
